3 de diciembre de 2017

Dia de la Discapacidad y San Francisco Javier

Pues sí, hoy, en mi familia estamos de doble celebración: ya que por un lado es el santo de mi padre y por otro se celebra el día de la discapacidad, que lo celebran mi padre y Mini Yo. Y hemos celebrado el santo de mi padre con una comida familiar y aunque no estábamos toda la familia porque mi madre está un poco pachucha (nada grave, cosas de este tiempo), mi hermana está de viaje por motivos profesionales (que bien suena) y mi sobrino navegando, hemos brindado porque estamos todos juntos y sanos, y creo que es algo que hay que celebrar. Y durante la comida he observado a Mini Yo y soy muy consciente que tiene una discapacidad importante pero su actitud y su comportamiento hacen muchas veces que me olvide de ello, y hoy ha sido uno de esos momentos porque sentada a la mesa se ha comportado tan bien como su prima, era una más de nosotros, sin etiquetas, sin diferencias...al igual que mi padre (al que le falta un brazo) y estoy segura de nadie del restaurante se ha percatado de ello.
Y hoy, que es el día de la discapacidad, pienso en todo lo que he aprendido, vivido y aprecio gracias a ella: el valor del esfuerzo y la constancia, a no rendirme, a disfrutar de los pequeños momentos de la vida, del amor de la familia, de la alegría que me da una sonrisa, un beso, un abrazo de Mini Yo sin venir a cuento solamente porque le apetece. Y gracias a la discapacidad de Mini Yo he valorado el amor y el apoyo de mi familia, he conocido a personas maravillosas, pacientes, cariñosas, entregadas...he  escuchado palabras y frases que seguramente nunca me hubieran dicho si las cosas hubieran sido de otro modo porque no sería merecedora de ellas (y creo que quien se las merece es Mini Yo) y aunque reconozco que tenemos mucha suerte por toda las personas que tenemos a nuestro alrededor sé que hay familias que no pueden decir lo mismo y realmente me gustaría que todas esas familias por un día pudieran disfrutar de una pequeña alegría, porque alguien cercano ellas tiene un gesto para la persona con discapacidad: una sonrisa, un poco de paciencia con ella, una invitación a un cumpleaños, una salida al cine, ir a tomar un chocolate, jugar un rato...porque muchas veces no nos damos cuenta que las personas con discapacidad son ante todo personas y le gusta y quieren lo mismo que las personas sin discapacidad. Y sé que cada vez más personas ven a las "personas" y no la discapacidad; y ese es mi deseo en el día de hoy: olvidarnos de las etiquetas y mirar a las personas.

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